
A ella le gustan las mañanas frías, después de haber dormido contigo, que le has estado quitando el edredón toda la noche, despertarte con un beso y darte la espalda para que la abraces, se lo debes por haberla hecho pasar frío.
A él le gusta cuando ella se despierta, solo nota un beso cálido y ya está pegado a su espalda. Sabe que cuando ella se despierta ya no se va a estar quieta.